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  • Writer's pictureNina Lerrick

Los coreanos en Argentina (Koreans in Argentina)

Updated: Sep 13, 2021


  • La historia y el presente:

Cuando Corea del Sur estableció las relaciones bilaterales con los países latinoamericanos en los principios de los años 60, especialmente con la ley de emigración en el extranjero de 1962, ellos animaron a la gente coreana a migrar a esos países. Así que, miles de coreanos se mudaron a países como Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina desde los años 60 hasta los años 80, donde ellos trabajan en haciendas y plantaciones. Pero cuando no se encontró éxito en el sector agrícola, los coreanos pronto se mudaron a las ciudades y tienen negocios pequeños como tiendas de ropa, fábricas de textiles y otros. Durante los años 80, los números de los inmigrantes coreanos siguieron subiendo, tanto que, a la cumbre en los años 80 y 90, la comunidad coreana-argentina superó las 40.000 personas (Ko, 275). Debido a esta gran ola de inmigración en los años 80, muchos coreanos tenían que depositar unos diez mil dólares para obtener un permiso de residencia en los años finales de los años 80. Sin embargo, en el fin del siglo XX y el principio del siglo XXI, la comunidad coreana-argentina y los números de inmigrantes coreanos se redujeron después de la crisis económica entre los años 1999 y 2001. Según Chong-Sup Kim y Eunsuk Lee en su artículo “Growth and Migration to a Third Country: The Case of Korean Migrants in Latin America,” esta reducción de inmigrantes coreanos en 2001 fue cuando el gobierno argentino declaró una moratoria durante la crisis económica (81), y los números de inmigrantes coreanos cuando Argentina estaba en un periodo de bajo crecimiento económico se mantuvieron bajos hasta el año 2004. Durante la crisis económica, muchos coreano-argentinos se mudaron a otros lugares como Norteamérica, otros países latinoamericanos o volvieron a Corea. Después de la crisis, la migración coreana aumentó también, pero no tanto como en los años 80, con la población coreana de unas 23.063 personas en el año 2019 (Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur). En Buenos Aires, la mayoría de los coreano-argentinos viven en los distritos Balvanera y Flores (donde está el barrio coreano). La imagen de los coreanos en Argentina inicialmente fue positiva, donde ellos fueron vistos como trabajadores e inteligentes (según Chisu Teresa Ko en su ensayo “Toward Asian Argentine Studies”), pero tan pronto como se establecieron barrios étnicos (y cuando llegaron otras etnicidades asiáticas como el chino y el japonés), todos los grupos asiáticos causaron el miedo de un “oleada amarilla” por los argentinos. Ko describes “fears of an ‘oleada amarilla’ (yellow wave) of Koreans in the 1990s and Chinese immigrants today also gained currency...Notions of the ‘yellow peril’ particularly affect[ed] Korean and Chinese immigrants. The establishment of “Baek-Gu,” the Korean neighborhood, and an expanding Chinatown in Buenos Aires reinforc[ed] the perception that Asians cluster culturally and geographically because they have no interest in integrating with the larger Argentine society” (276). También, debido a algunas tiendas y fábricas de textiles coreano-argentinas que empleaban a unos trabajadores ilegales bolivianos y tenían éxito, junto con la identidad nacional argentina eurocéntrica, los coreano-argentinos específicamente habían sufrido discriminación racial y xenófoba. Ahora, con la popularidad creciente de la cultura coreana como K-pop, K-dramas, comida coreana, etc., se llama el “Hallyu Wave,” la percepción de los coreanos en Argentina ha mejorado mientras la comunidad coreano-argentina sigue prosperando.























  • La presencia cultural:

Ya que la comunidad coreana-argentina vive predominantemente en los distritos Flores y Balvanera, hay un barrio coreano que se llama “Baek-ku” (en coreano) en el distrito Bajo-Flores-Parque Chacabuco, específicamente alrededor de la Avenida Carabobo entre la Avenida Eva Perón y Castañares. Según la Dra. Carolina Mera en su ensayo “La inmigración coreana en Buenos Aires,” “Baek-ku” tiene “panaderías con productos típicos, video-clubes...casas de modas, salones de belleza, peluquerías, dentistas, garajes, vidrierías, talleres mecánicos, supermercados con productos con embalajes coreanos, casas de arroz, restaurantes, pescaderías, agencias inmobiliarias, casas de computación, casa de regalos, una librería, una biblioteca, casa de fotografía, estudios contables, una farmacia, agencia de viaje y turismo, casa de computación, etc.” (4). También hay el Instituto Coreano Argentino que es una escuela del idioma coreano, algunas iglesias y templos budistas, bares (y karaokes), una estación de radio, periódicos y otros en este barrio. Pero, después de la crisis económica en el año 2001, había muchos cambios de los comercios y negocios pequeños en “Baek-ku” hacia la Avenida Avellaneda debido al aumento de números en crimen y robos en el área. Aunque “Baek-ku” todavía es considerado el barrio coreano en Argentina, la Avenida Avellaneda sigue creciendo mientras la inmigración coreana a Argentina y los negocios coreanos prosperan en el área. El idioma coreano se usa mucho dentro de la comunidad coreano-argentina, junto con el castellano (el español rioplatense). Debido a la fuerte presencia de la comunidad coreana y los valores confucianos en las familias (y en la comunidad), hablar coreano es una forma de pertenencia comunitaria. Así que hay varias instituciones y recursos que enseñan y ofrecen clases del idioma coreano y de la cultura coreana. En el Instituto Coreano Argentino, las clases se pueden enseñar en coreano, inglés o español, pero hay también cursos de la historia coreana, el arte y el lenguaje coreanos junto con las matemáticas, las ciencias sociales y naturales y el español. Además, el Instituto ofrece lecciones del idioma coreano los sábados para los coreano-argentinos y los argentinos/porteños (gente de Buenos Aires). El Centro Cultural Coreano, ofrece varios recursos y oportunidades para aprender sobre Corea y su cultura. Hay clases de la lengua coreana, del baile de K-Pop, de gastronomía coreana, de taekwondo; hay presentaciones de obras de escritores coreanos, sobre K-beauty y el cine coreano; también llevaba a cabo proyecciones de películas coreanas en el centro hasta que la pandemia de coronavirus comenzó. Ahora, todos los recursos (excepto las proyecciones de películas) están disponibles en línea de su sitio web. Otras presencias culturales en Argentina son las artes marciales y el aumento de K-pop. Para las artes marciales coreanas, el “taekwondo” y el “shippalgi” se practican en toda la comunidad coreano-argentina y en el país también. En los años recientes, ha habido un aumento de K-pop y la cultura coreana por los jóvenes, tanto que, durante los años 2010, los grupos de K-pop presentaron conciertos y tours en Argentina (y en toda Latinoamérica) como Super Junior, SHINee, GOT7, Dreamcatcher, KARD y Eric Nam.




  • La identidad coreano-argentina:

Como cualquier persona que creció en un lugar diferente de su ascendencia, los coreanos-argentinos experimentan una crisis de identidad entre las dos culturas opuestas. En Argentina, donde la población se compone de raíces inmigrantes y la mayoría es de nacionalidades y etnicidades europeas, la identidad nacional argentina está más alineada con esas. Debido a la presencia de chinos (también la migración y la historia de ellos) que es muy grande en Latinoamérica, a pesar de su etnicidad diferente, la gente asiática es referida como “chino/chiñito” o “china/chinita.” Además, porque la comunidad coreano-argentina está muy unida, los coreanos-argentinos se encuentran con un problema de identidad propia. Muchos de los hijos de los inmigrantes coreanos hablan el coreano en la casa, van a las escuelas dirigidas y apoyadas por la comunidad coreana y salen en el barrio coreano. Pero, ya que crecen fuera de Corea, hablan español (e inglés) en sus trabajos y viven en la sociedad argentina, ellos también no sienten 100 por ciento coreano. De hecho, según Chisu Teresa Ko en su artículo, “Toward Asian Argentine Studies,” hay varios niveles de auto identificación en la comunidad coreana; aún hay personas que no identifica como binacional (coreano-argentino/porteño) ni pan-étnico (asiático-argentino). También, hay distinciones entre los “coreanos”: un “coreano coreano” se refiere a una persona coreana (desde Corea) y un “coreano” se refiere a un argentino de descendencia coreana, que muestra la cercanía y proximidad de la patria y la cultura. La ausencia de “argentino” en sus identidades podría reflejar la historia racial en los medios y las políticas argentinas, donde se les llaman ‘chino,’ ‘japonés,’ o ‘oriental’ (lo que perpetúa y generaliza a los asiáticos-argentinos) (284). En algunos casos, debido a la asociación de la identidad argentina con una identidad europea (o blanca), la que excluye otras identidades raciales, los coreano-argentinos tienden a identificar con las regiones argentinas -- por ejemplo, los “porteños” que son la gente de Buenos Aires -- ya que hay menos enfoque con un nacionalidad o etnicidad, pero en cambio una identidad local.























  • Las relaciones internacionales:

Las relaciones bilaterales entre Corea del Sur con Argentina se establecieron en febrero de 1962, el mismo año cuando Argentina aprobó la ley de emigración en el extranjero de 1962 y poco después, muchos coreanos llegaron y emigraron a este país latinoamericano hasta el fin del siglo XX (la población coreana fue un constante desde 2001). Según M. Pilar Álvarez y Luciana Manfredi en el artículo “Una mirada crítica al sector empresarial coreano, con especial referencia a Argentina / A critical view of the Korean business sector, with special reference to Argentina,” la creciente población coreana llevó a oportunidades políticas y comerciales. Por el lado político, los presidentes coreanos visitaron Buenos Aires, donde ellos habían firmado acuerdos que promovieron la cooperación económica y comercios, que a su vez expandieron los mercados comerciales internacionales entre ambos países. Álvarez y Manfredi notaron que el intercambio aumentó inmensamente, tanto que pasaron de “90 millones (a principios del 2000) a 330 millones de dólares por el año 2006 en exportaciones coreanas, 556 millones de dólares en importaciones y 50 proyectos de inversión por parte de Corea de 390 millones. Por el año 2010, pasaron a 910 millones en exportaciones, 800 millones en importaciones y 160 millones en inversión. En el año 2007, la Argentina exportó a Corea por valor de 636 millones de dólares e importó por 412 millones de dólares. Argentina se concentró en 10 productos para la exportación: minerales de cobre, harina, aceite de soja, maíz, cueros y pieles curtidos, pescados congelados, quesos mozzarella, tubos de hierro o acero sin soldadura, vinos y mostos de uva y aceite de girasol. Por el contrario, Corea exportan los bienes intensivos en tecnología, como partes para aparatos eléctricos y electrónicos (televisores y radios), vehículos, máquinas, hornos microondas y lavarropas, teléfonos celulares, plásticos e insumos agrícolas” (85). Pero también, ha habido limitaciones y desafíos con el comercio entre Corea y Argentina cuando las empresas coreanas decidieron entrar en el mercado latinoamericano. Aunque las empresas grandes de tecnología electrónica como LG y Samsung, y los vehículos coreanos como Hyundai, Daewoo y Kia Motors tienen reconocimiento internacional, otras empresas medianas y pequeñas tienen menos recursos y riesgos altos cuando están estableciendo sus empresas. Mientras otros países latinoamericanos como Brasil, Chile, Perú y Colombia se hacen destinos de interés para el comercio latinoamericano, Argentina se hace menos de un destino de interés en comparación (depende de la economía o la escena política). Entonces, lo que podemos esperar es que mientras los dos países continúan desarrollando las relaciones bilaterales y la influencia global, “las relaciones Corea-Argentina [pueden permitir] un flujo comercial más dinámico en el cual las empresas coreanas logren posicionarse de manera más favorable” para ambos tipos de empresas (Álvarez y Manfredi, 94).

  • La cocina:

Na Num es un restaurante coreano-argentino en Chacarita de Argentina. La chef y dueña, Lis Ra, fue inspirada por su niñez, su identidad y experiencia viviendo en Argentina como coreano-argentina. En coreano, ‘na num’ significa ‘compartir’ en español, y ella quiere proveer platos y comidas que puede compartir entre los compañeros en la mesa de comer. Algunos tipos de comida que Na Num ofrecen son:

  1. Kimchi Asado → hongos argentinos, puré de coliflor y kimchi (verduras fermentadas)

  2. Gírgolas ahumadas → gírgolas ahumadas, kimchi asado, queso sardo, puré de coliflor (picante)

  3. Yukhoe → tártaro de bola de lomo, emulsión de coco-lima, quinoa crocante, kennip, manzana verde

  4. Tteokbokki → ñoquis coreanos de arroz, crema de chunjang (frijoles dulces), langostinos chilli-lima

  5. Mulmalengi → nabo crocante marinado, ricota, lima, uvas verdes, cilantro (picante medio)

  6. Costillas de cerdo → costillas laqueadas con gochujang (fermento de aji) (picante)

  7. Acompañadas con papa-boniato al horno y arroz



Obras citadas


Alvarez, M. Pilar, and Luciana Manfredi. “Una mirada crítica al sector empresarial coreano,

con especial referencia a Argentina/ A Critical View of the Korean Business Sector,

with Special Reference to Argentina.” Estudios Internacionales, vol. 45, no. 174,

2013, pp. 79–100. JSTOR, www.jstor.org/stable/24311755.



Anda. “Bueno Aires Neighborhood Map.” Travel Notes & Beyond, Travel Notes & Beyond,

2021, travelnotesandbeyond.com/buenos-aires-neighborhoods/.



AP Archive. Argentina: Buenos Aires: Immigrants are Changing Face of Capital. YouTube, 21

July 2015, youtu.be/bbH5iDin1gs.



Arirang TV. Going Global Ep33 - The Half-Century Story of Korean Immigrants in Argentina

(Part 1). YouTube, 16 Nov. 2015, youtu.be/nfsVV5SQOOM.



Arirang TV. Going Global (Ep.34) Korean Immigrants in Argentina 2 _ Full Episode. YouTube,

23 Nov. 2015, youtu.be/sKbF11XQF88.



Centro Cultural Coreano. Centro Cultural Coreano, Ministry of Culture, Sports and Tourism

/ Korean Culture and Information Service, 2021, argentina.korean-culture.org/es.



Kim, Chong-Sup, and Eunsuk Lee. “Growth and Migration to a Third Country: The Case of

Korean Migrants in Latin America.” Journal of International and Area Studies, vol.

23, no. 2, 2016, pp. 77–87. JSTOR, www.jstor.org/stable/44089920.



Ko, Chisu Teresa. “Toward Asian Argentine Studies.” Latin American Research Review, vol.

51, no. 4, 2016, pp. 271–289. JSTOR, www.jstor.org/stable/44985928.



Liliana. ¿Cómo es vivir en Argentina como coreanos? 📻 Lo contamos todo en la radio. YouTube,

25 Apr. 2019, youtu.be/YiwrCDUgY8o.



Liliana. Cómo es el barrio coreano en Argentina 👵 Así me trata mi abuela coreana. YouTube, 27

Apr. 2019, youtu.be/NFfNWNM8AnY.



Liliana. La experiencia de un coreano viviendo en Argentina. YouTube, 16 Apr.

2019, youtu.be/ydHNSnfSYDU.



Liliana. ¿Por qué no tengo muchos amigos argentinos? 😓 Cómo es ser hija de inmigrantes

coreanos en Argentina. YouTube, 22 Aug. 2019, youtu.be/Z93qVEy2DPE.



Mera, Carolina. “La Inmigración Coreana En Buenos Aires. Historia y Actualidad.” XI

Congreso Internacional De ALADAA, Universidad de Buenos Aires, Facultad De

Ciencias Sociales, 16 Feb. 2001,

ceaa.colmex.mx/aladaa/imagesmemoria/carolinamera.pdf.



Stella Artois. The Dinner Table Is a Playground: Lis Ra of Na Num, Buenos Aires | Table

Turners, Ep 2. Performance by Lis Ra, YouTube, 20 Jan. 2021,

youtu.be/thozrEmsrXA.



외교부 . “다수거주국가: 재외동포 정의 및 현황 외교부.” 다수거주국가 | 재외동포 정의 및 현황 외교부,

2019, www.mofa.go.kr/www/wpge/m_21509/contents.do.

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